El ORIGENDE LA VIDA: 5 TEORÍAS
1º. Creacionistas: El hombre y todas las especies de seres vivos que se conocen fueron creadas por Dios y no han cambiado su aspecto. Niegan la evolución.
2º. La generación espontánea: Ciertas formas de vida surgen a partir de materia orgánica o inorgánica o de una combinación de ambas.
3º. La panspermia: La vida llego de un planeta exterior, en forma de espora o bacteria.
4º. Biogénesis: La vida solo puede venir de la vida.
5º. Físico-química: Oparin y Haldane. En nuestro planeta había gases como amoniaco, metano, hidrógeno y vapor de agua. Las altas temperaturas hicieron que estas moléculas se combinar y originan moléculas orgánicas.
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
TEORÍAS FIJISTAS Y EVOLUCIONISTAS
Fijistas: Las especies no cambian, permanecen iguales desde su creación. Esta teoría está relacionada con el creacionismo, según el cuál Dios creó todas las especies tal y como las conocemos hoy.
Los fósiles de especies que hoy no existen los explican argumentando la teoría catastrofista: A lo largo de la historia de la Tierra hubo catástrofes que acabaron con algunas especies.
Evolucionistas: Las especies tienen un origen común y después se fueron produciendo diferentes cambios que dieron lugar a distintas especies. Estos cambios guardan relación con el medio en el que se desarrollan los seres vivos.
Teorías evolucionistas: Lamarck, Darwin y neodarwinista o sintética.
Durante el siglo XIX se van a producir grandes enfrentamientos entre fijistas y evolucionistas. En este enfrentamiento tomará parte la iglesia atacando las teorías evolucionistas puesto que suponían un peligro para las creencias de la religión cristiana.
Durante el siglo XIX se van a producir grandes enfrentamientos entre fijistas y evolucionistas. En este enfrentamiento tomará parte la iglesia atacando las teorías evolucionistas puesto que suponían un peligro para las creencias de la religión cristiana.
Vídeo sobre las teorías fijistas y evolucionistas:
El vídeo siguiente expone las teorías evolucionistas de Lamark y Darwin.
A continuación un vídeo sobre la teoría de Lamarck.
Para Lamark, la necesidad crea el órgano (teoría de uso y el desuso) y los cambios producidos en la tierra obligaron a los seres a desarrollar cambios en sus órganos. Estos cambios adquiridos según las necesidades eran heredados por su descendencia (teoría de la herencia de los caracteres adquiridos).
Los órganos que se usan más se fortalecen y desarrollan (cuello de las jirafas) los que no se usan se atrofian (ojos de los topos).
Ahora uno para ampliar vuestros conocimientos sobre la teoría de Darwin.
Los recursos (alimento, agua, espacio) son limitados. La competencia por los recursos favorece a los individuos más fuertes o los que tienen características que se adaptan mejor al medio.
¿Por qué unos individuos están mejor adaptados que otros? Según Darwin se explicaba simplemente por la variabilidad de los individuos de la misma especie. Es decir dentro de una misma especie hay diferencias entre los individuos.
Los recursos (alimento, agua, espacio) son limitados. La competencia por los recursos favorece a los individuos más fuertes o los que tienen características que se adaptan mejor al medio.
¿Por qué unos individuos están mejor adaptados que otros? Según Darwin se explicaba simplemente por la variabilidad de los individuos de la misma especie. Es decir dentro de una misma especie hay diferencias entre los individuos.
Selección natural (supervivencia de los más aptos). Los que tengan características que les beneficien para adaptarse al medio sobrevivirán y tendrán muchos descendientes; los que no las tengan morirán antes y seguramente no llegarán a tener descendencia.
Con el paso del tiempo cada vez habrá más individuos con esas características favorables ( como el cuello largo en las jirafas).
Estos cambios se pueden ir acumulando y con el tiempo darán lugar a especies diferentes.
El siguiente trata sobre la teoría neodarwinista o sintética.
Cuando Darwin ideó su teoría no se conocían aún los mecanismos de la genética (la herencia).
De la combinación de la teoría de Darwin con los conocimientos de la Genética y otras ciencias como la biología, la ecología, la bioquímica surgió la teoría neodarwinista o sintética.
Esta teoría explica la diferencia entre individuos de la misma especie a dos causas:
- La variabilidad genética: Posibilidad casi ilimitada de combinaciones diferentes al unirse los genes en la reproducción sexual.
- Las mutaciones: Alteración en el material genético que se trasmite a los descendientes.
Los individuos con el genotipo más favorable sobrevivirán y tendrán descendencia, los que lo tengan desfavorable morirán. Con el tiempo cada vez habrá más individuos con el genotipo favorable.
Cuando individuos que pertenecían a una misma especie permanecen separados durante cientos de años (separación de continentes), darán lugar a individuos diferentes que no se pueden reproducir entre ellos, por lo tanto habrán originado especies diferentes.
EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO
El cráneo humano ha cambiado drásticamente durante los últimos 3 millones de años. La evolución desde el Australopithecus hasta el Homo sapiens, significó el aumento de la capacidad craneana (para ajustarse al crecimiento del cerebro), el achatamiento del rostro, el retroceso de la barbilla y la disminución del tamaño de los dientes.
Los científicos piensan que el increíble crecimiento de tamaño del cerebro puede estar relacionado con la mayor sofisticación del comportamiento de los homínidos. Los antropólogos, por su parte, señalan que el cerebro desarrolló su alta capacidad de aprendizaje y razonamiento, después de que la evolución cultural, y no la física, cambiara la forma de vida de los seres humanos.
Cráneo de gorila frente a cráneo humano
Los científicos piensan que el increíble crecimiento de tamaño del cerebro puede estar relacionado con la mayor sofisticación del comportamiento de los homínidos. Los antropólogos, por su parte, señalan que el cerebro desarrolló su alta capacidad de aprendizaje y razonamiento, después de que la evolución cultural, y no la física, cambiara la forma de vida de los seres humanos.
Cráneo de gorila frente a cráneo humano
Los seres humanos modernos son primates, así como los gorilas, los lémures y los chimpancés. En algún punto de la evolución, el desarrollo humano continuó por un camino distinto.
A pesar de que existen muchas similitudes entre los seres humanos y los primates (especialmente con gorilas y chimpancés), hay diferencias fundamentales que atestiguan esa evolución independiente en sus respectivos desarrollos.
Esta ilustración de los cráneos de un gorila y un ser humano moderno presenta algunas de estas diferencias. El gorila posee largos caninos y su mandíbula es más prominente que la de los miembros de la línea de los homínidos.
Existe un consenso acerca de que los integrantes del género Homo son aquellas especies de homínidos que tienen la capacidad de crear herramientas con rocas.
En los últimos años, sin embargo, una corriente sostiene que el Australopithecus ghari también desarrollaba herramientas simples.
Los fósiles de mayor antigüedad que se han hallado de Homo sapiens tienen una antigüedad cercana a los doscientos mil años. Estos fósiles fueron hallados en territorio etíope, en el continente africano, en una región que suele recibir la denominación de cuna de la humanidad.
Las condiciones particulares que diferencian al ser humano de los primates son su posición erguida, su bipedismo (los primates caminan en cuatro patas), un cerebro más grande y mandíbulas y dientes más pequeños y la capacidad de expresar ideas y sentimientos a través de sonidos o expresiones corporales. Dichas características fueron adquiriéndose paulatinamente a través de la selección natural, es decir que, aquellos que supieron adaptarse a los cambios, fueron quienes no perecieron.
Australopithecus: Residían en África. Tenían un cerebro pequeño, eran bípedos y de tamaño reducido. Se alimentaban de vegetales y no fabricaban herramientas.
Homo Habilis: Es el primer representante de la clasificación HOMO y se encontraban al Sur de África. Fueron los primeros omnívoros. Poseían un cerebro más grande que sus antepasados y fueron los primeros que fabricaron herramientas valiéndose de piedras; se cree que además se comunicaban a través de un rudimentario lenguaje.
La línea de los hominoideos se agrupó en una subfamilia dominada hominoidea. Esta enorme categoría abarcó a los simios menores, a los grandes simios (pongidae) y a los seres humanos (hominidae). El gibón es un ejemplo de simio menor. Los grandes simios son el orangután, el chimpancé y el gorila. Existen dos especies de chimpancé, pero el orangután y el gorila son las únicas especies de sus respectivos géneros. Los seres humanos modernos también son una sola especie del género (Homo Sapiens).
Las diferencias anatómicas entre los grandes simios y el ser humano se hallan restringidas sobre todo a las proporciones de las diferentes partes del cuerpo.
1) El encéfalo del ser humano mide de dos veces y media a tres, más que el del gorila (más aún cuando se toma en consideración la diferencia en el tamaño del cuerpo).
Es erróneo suponer que los seres humanos provienen de una criatura similar o idéntica a los simios modernos. Lo que sucedió en realidad fue que el ser humano y los simios descendieron por igual de un ancestro común cuyo aspecto, casi seguramente, fue muy distinto al de los simios modernos si se consideran ciertas características específicas.
A pesar de que existen muchas similitudes entre los seres humanos y los primates (especialmente con gorilas y chimpancés), hay diferencias fundamentales que atestiguan esa evolución independiente en sus respectivos desarrollos.
Esta ilustración de los cráneos de un gorila y un ser humano moderno presenta algunas de estas diferencias. El gorila posee largos caninos y su mandíbula es más prominente que la de los miembros de la línea de los homínidos.
LA HOMINIZACIÓN
La hominización hace
referencia a las diversas etapas que componen el desarrollo evolutivo de
nuestra especie. Este proceso implica diversos cambios en el género homo desde sus primeros
exponentes hasta el ser humano actual.
Cada fase del mismo se encuentra
caracterizada por la adquisición de una determinada condición en la
especie, que la diferenciaría del resto de los seres vivos, incluidos los
primates.
Los científicos creen que las líneas
de evolución de las personas y de los chimpancés se
distanciaron hace entre cinco y siete millones de años. Esta separación no se
detuvo ya que la especie del ser humano continuó derivando en nuevas
ramificaciones y otras especies, de las cuales la única que subsiste en la
actualidad es el mencionado Homo sapiens.
Existe un consenso acerca de que los integrantes del género Homo son aquellas especies de homínidos que tienen la capacidad de crear herramientas con rocas.
En los últimos años, sin embargo, una corriente sostiene que el Australopithecus ghari también desarrollaba herramientas simples.
Los fósiles de mayor antigüedad que se han hallado de Homo sapiens tienen una antigüedad cercana a los doscientos mil años. Estos fósiles fueron hallados en territorio etíope, en el continente africano, en una región que suele recibir la denominación de cuna de la humanidad.
ETAPAS DEL PROCESO DE HOMINIZACIÓN
Las condiciones particulares que diferencian al ser humano de los primates son su posición erguida, su bipedismo (los primates caminan en cuatro patas), un cerebro más grande y mandíbulas y dientes más pequeños y la capacidad de expresar ideas y sentimientos a través de sonidos o expresiones corporales. Dichas características fueron adquiriéndose paulatinamente a través de la selección natural, es decir que, aquellos que supieron adaptarse a los cambios, fueron quienes no perecieron.
Se sabe
que los primeros homínidos existieron en África y a partir de ese punto
conquistaron el resto del mundo. En un comienzo eran vegetarianos, pero pronto
incluyeron la carne en su dieta a causa de la escasez de alimentos vegetales;
se cree que la inclusión de este elemento en la alimentación permitió el
ensanchamiento de su cerebro.
El ser
humano comparte un tronco con los chimpancés, sin embargo su ADN es un 1%
diferente. Según lo han revelado diversos estudios, hace alrededor de 5
millones que se produjo la separación de ambas especies; fue entonces cuando
aparecieron los primeros homínidos, los cuales contaban con las
características que definirían definitivamente nuestra especies: la
postura erguida y el bipedismo.
Éste fue
tan sólo el origen de una evolución que llevaría millones de años, hasta
lo que hoy somos. A lo largo de sus diferentes fases evolutivas los homínidos
recibieron diversos nombres, entre los principales se encuentran:
Ardipithecus
Ramidus: Vivían en Etiopía, eran bípedos y se alimentaban de
vegetales. Eran poco agresivos.
Australopithecus: Residían en África. Tenían un cerebro pequeño, eran bípedos y de tamaño reducido. Se alimentaban de vegetales y no fabricaban herramientas.
Homo Habilis: Es el primer representante de la clasificación HOMO y se encontraban al Sur de África. Fueron los primeros omnívoros. Poseían un cerebro más grande que sus antepasados y fueron los primeros que fabricaron herramientas valiéndose de piedras; se cree que además se comunicaban a través de un rudimentario lenguaje.
Homo Erectus: Vivieron
hace casi 2 millones de años en Asia Oriental. Tenía una dieta omnívora,
realizaban herramientas, un poco más sofisticadas que sus antepasados y
aprendieron a valerse del fuego para calentarse e iluminarse. Fue una de las
especies que mejor se adaptó a su entorno y se extinguieron hace
aproximadamente 100.000 años.
Homo Sapiens Neanderthalensis: Habitaron en Neanderthal y otras regiones de Europa
hace 200.000 años. Eran más grandes que los seres humanos actuales y poseían
una cavidad craneal superior. Contaban con un alto nivel tecnológico que le
permitía fabricar herramientas sofisticadas, realizaban rituales, curaban
enfermedades y fabricaban adornos. También contaban con un lenguaje para
comunicarse entre ellos.
Homo Sapiens Sapiens: Los
restos más antiguos fueron hallados en Etiopía y se estima que son de unos
160.000 años atrás. Fueron los homínidos que mejor supieron diversificarse, dispersándose
por toda África, Europa, Asia e incluso América y Oceanía y suplantando a otros
homínidos.
Eso es todo lo que se conoce hasta el momento, sin embargo a
medida que pasan los años y se descubren nuevos fósiles el panorama cambia y
deben replantearse nuevamente ciertas teorías que parecían totalmente
veraces respecto del proceso de hominización.
Para terminar podemos afirmar que los parientes vivos más
próximos al ser humano son el chimpancé, el gorila,
el orangután y el bonobo. El genoma del Homo
sapiens demuestra que nuestra especie comparte cerca del 99% con el bonobo y el
chimpancé, por ejemplo.
La especie humana, de todas maneras, no ha dejado de evolucionar.
La movilidad a nivel mundial y la mayor expectativa de vida son, para algunos
expertos, síntomas de esta evolución continua.
RELACIÓN CON LOS PÓNGIDOS
La línea de los hominoideos se agrupó en una subfamilia dominada hominoidea. Esta enorme categoría abarcó a los simios menores, a los grandes simios (pongidae) y a los seres humanos (hominidae). El gibón es un ejemplo de simio menor. Los grandes simios son el orangután, el chimpancé y el gorila. Existen dos especies de chimpancé, pero el orangután y el gorila son las únicas especies de sus respectivos géneros. Los seres humanos modernos también son una sola especie del género (Homo Sapiens).
DIFERENCIAS ENTRE LOS SIMIOS Y EL SER HUMANO
Las diferencias anatómicas entre los grandes simios y el ser humano se hallan restringidas sobre todo a las proporciones de las diferentes partes del cuerpo.
Algunas de las características que distinguen a los simios
del ser humano son:
1) El encéfalo del ser humano mide de dos veces y media a tres, más que el del gorila (más aún cuando se toma en consideración la diferencia en el tamaño del cuerpo).
Cuadro Comparativo:
Especie Volumen Craneal (cm)
Chimpancé 400 cm
Australopithecus 600 cm
Homo Erectus 850 cm
Homo Sapiens 1450 cm
Cro Magnon 1500-1600 cm
2) Quizás como consecuencia del mayor volumen encefálico,
sobre todo en el Homo Sapiens, fue el desarrollo de una compleja cultura
simbólica. Entre las características de esa cultura está la refinada habilidad
para fabricar utensilios.
3) Presencia de una nariz con un puente
prominente y punto alargado.
4) Labios que pueden volverse hacia fuera,
revelando las membranas mucosas y un labio superior con un surco en la mitad.
5) Barbilla prominente.
6) Dedo gordo del pie no oponible a los demás
dedos, sino alineado con los otros, también de menor tamaño.
7) Pie adaptado para sostener el peso del cuerpo,
algo que se logra mediante la
formación de un arco a lo largo y a lo ancho.
8) Piel relativamente libre de pelo. Esto
determinado por el clima, cuanto mayor
vestimenta usaba, podía perder más pelo en el
cuerpo, su color de piel era negro.
9) Caninos que se proyectan muy poco más allá del
límite de los otros dientes.
10) Postura erecta.
11) Piernas que son más largas que los brazos.
Por otra parte, los seres humanos se diferencian de los simios contemporáneos
porque están bien adoptados para la locomoción bípeda y ya perdieron la
capacidad de ayudarse con las manos para caminar.
12) Junto con la adquisición de la postura
erecta, ocurrió un desplazamiento de la posición del cráneo, que ahora
está más o menos centrado en la cúspide de la
columna vertebral. En los simios la columna
vertebral se encuentra unida a la
región posterior del cráneo. Este reacomodo
ocurrido en las formas humanas
dio mejor soporte al cráneo y facilitó la postura
erecta de todo el cuerpo.
Las pruebas de antígeno- anticuerpo para
determinar las semejanzas entre las proteínas del suero sanguíneo indican que,
de todos los simios y monos, los chimpancés y gorilas, tienen el mayor parecido
con el ser humano.
La secuencia de aminoácidos de la hemoglobina del chimpancé es idéntica a la del ser humano; la del gorila y la del mono se diferencian de la hemoglobina humana en 2 y 15 aminoácidos, respectivamente. En lo que respecta a la bioquímica, la diferencia entre los humanos, gorilas y chimpancés es menor que la diferencia que hay entre cualquiera de ellos y los monos.
De todos los animales inferiores, los primates, y en especial los simios, son los que están más últimamente emparentados con los humanos, asimismo, también se ha dicho que un primate simiesco fue el ancestro común de todos los miembros de la superfamilia Hominoidea.
La secuencia de aminoácidos de la hemoglobina del chimpancé es idéntica a la del ser humano; la del gorila y la del mono se diferencian de la hemoglobina humana en 2 y 15 aminoácidos, respectivamente. En lo que respecta a la bioquímica, la diferencia entre los humanos, gorilas y chimpancés es menor que la diferencia que hay entre cualquiera de ellos y los monos.
De todos los animales inferiores, los primates, y en especial los simios, son los que están más últimamente emparentados con los humanos, asimismo, también se ha dicho que un primate simiesco fue el ancestro común de todos los miembros de la superfamilia Hominoidea.
ERRORES DE INTERPRETACIÓN DE LA RELACIÓN EVOLUTIVA ENTRE EL SER HUMANO Y LOS SIMIOS
Es erróneo suponer que los seres humanos provienen de una criatura similar o idéntica a los simios modernos. Lo que sucedió en realidad fue que el ser humano y los simios descendieron por igual de un ancestro común cuyo aspecto, casi seguramente, fue muy distinto al de los simios modernos si se consideran ciertas características específicas.
Los simios y los seres humanos divergieron
evolutivamente hace unos 8 millones de años.
Muchos detractores del evolucionismo presuponen
que esta teoría postula la idea de que un simio semejante al gorila actual dio
origen al ser humano en un lapso de años (miles de años).
Otra falsa idea que suele ir de la mano con lo
anterior, es que la evolución siempre ocurre en línea recta, desde una forma
ancestral hasta un organismo bien adaptado.
En realidad, el proceso evolutivo es interrumpido
y en la mayoría de los casos, los linajes se desarrollan como arbustos en vez
de hacerlo como árboles. En el caso de los seres humanos, el linaje de los
homínidos produjo varios géneros y especies, las cuales pudieron haber
coexistido por largos períodos.
Por supuesto, al mismo tiempo los diversos grupos
de simios seguían sus propias líneas evolutivas, algunas de las cuales
condujeron hacia los simios modernos, en tanto que otras se extinguieron.
Otro error es que todos los caracteres
relacionados con los homínidos iniciaron su desarrollo en forma simultánea.
Desde luego, eso no ocurrió. Según parece, caracteres como la postura erecta
estaban establecidos mucho antes de que aparecieran otros rasgos distintivos de los
homínidos.
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